sucederme sucedió. Mis padres decidieron que la familia se mudaba de Texas a
Arizona. Tenía dos semanas para arreglar todos “mis asuntos” y mudarme antes de que
empezara la escuela. Debía dejar mi primer trabajo, mi novio y a mi mejor amiga, y
tratar de empezar una nueva vida. Detestaba a mis padres por arruinarme la vida.
A todo el mundo le dije que no quería vivir en Arizona y que regresaría a Texas en
la primera oportunidad. Cuando llegue a Arizona, me asegure que todo el mundo sepa
que tenía un novio y una mejor amiga esperándome en Texas. Estaba determinada a
guardar mi distancia de todos; de cualquier modo me iría pronto.
Llego el primer día de clases y me sentí muy desdichada. Solo podía pensar en mis
amigos de Texas y en lo mucho que deseaba estar con ellos. Durante una temporada
sentí que mi vida no tenía sentido. Sin embargo, con el tiempo las cosas mejoraron
un poco.
Fue durante el segundo periodo de clase de contabilidad cuando lo vi por primera
vez. Era alto, pulcro y bien parecido. Nunca había yo unos ojos azules tan hermosos
como los suyos. Estaba sentado a solo tres lugares de mi en la primera hilera de la
clase. Como consideraba que no tenía nada que perder, decidí hablarle.
-Hola mi nombre es Sheila, ¿y el tuyo?- pregunte con acento tejano.
El muchacho que estaba junto pensó que me dirigía a él.
-Mike-
-Ah, hola Mike- le respondí sonriente.
-¿Cómo te llamas?- pregunte de nuevo, dirigiendo mi atención al muchacho de ojos azules.
Miro asía atrás, no creía que le estuviera preguntando yo a él su nombre.
-Chris- respondió impasible
-Hola Chris- sonreí y me puse a trabajar.
Chris y yo nos hicimos amigos. Nos gustaba platicar en clase. Chris era caballista y
yo era de la banda de la escuela; en secundaria la presión de los compañeros
demandaba que no se mezclaran socialmente los dos grupos.
Nuestros caminos se cruzaban de cuando en cuando en nuestras ocupaciones escolares;
pero en general nuestra amistad se limitaba a las cuatro paredes del salón de
contabilidad. Chris se graduó ese año y por algún tiempo se separaron nuestros
caminos. Después, un día llego a verme a la tienda de la plaza comercial donde
trabajaba. Me dio mucho gusto verlo. Tomo la costumbre visitarme en mis descansos y
reanudamos nuestras charlas. La presión de sus compañeros caballistas había
disminuido y nos hicimos muy buenos amigos. Mi relación con mi novio de Texas ya no
me parecía tan importante. Sentía que mi relación con Chris se hacía más solida, que
tomaba el lugar de mi otra relación.
Había pasado un año desde que salí de Texas, y Arizona empezaba a parecer mi hogar.
Chris fue mi acompañante en el baile de gala cuando salí de la secundaria; fuimos
tres parejas juntas: nosotros y dos de sus amigos caballistas con sus respectivas
parejas. La noche de mi baile de gala cambio nuestra relación para siempre: sus
amigos me aceptaron y eso hizo que Chris se sintiera mejor. Finalmente nuestra
relación fue abierta.
Chris fue una persona muy importante para mi durante esa época tan difícil de mi
vida. Con el tiempo, de nuestra relación surgió un amor muy fuerte, ahora comprendo
que mis padres no mudaron a la familia a Arizona para lastimarme, aunque en aquellos
momentos eso sentí. Ahora creo firmemente que todo sucede por alguna razón pues si
no me hubiera mudado a Arizona, jamás habría conocido al hombre mis sueños.
Sheila K. Reyman
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les gusta es una historia muy bonita y con un signidicado muy grande disfrutenla
P.D comenten pliss...
Angie
http://donapensamientoscompartidos.blogspot.com/
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